sábado, 1 de octubre de 2011

Teorías Empresariales.

A lo largo de los años dedicándome al mundo de la venta, veo cada día más casos de éxito relacionados con la imagen de marca. Pero que quiere decir exactamente eso?

Hay en el mundo verdaderos líderes dentro de cada segmento y en muchos casos se debe exclusivamente a la capacidad de sus directivos de imagen y comunicación, que desde el nacimiento de la marca, se han encargado de cuidar la percepción que tienen los consumidores sobre sus productos.

Pero como lo han hecho? Han  diseñado una estrategia de venta para “colocar” su producto en un segmento de consumidores? O por el contrario, han diseñado el producto a partir de las necesidades de sus consumidores?
Para mí, esta última es la mejor elección.

Hoy en día y gracias a las nuevas tecnologías, tenemos a nuestro alcance infinidad de herramientas para poder comunicarnos con el público al que queremos llegar, de modo que podemos escucharles y atender sus peticiones como nunca antes lo habíamos hecho.

La orientación al cliente es la clave del éxito de cualquier marca/producto, y más ahora, que la mayoría de los mercados de consumo están maduros, y los clientes ya tienen ciertos conocimientos, o por lo menos, mucha más información a su alcance.

Pero eso no es todo, en el caso de marcas con una gran solera, tienen que hacer encajar esa clara orientación con varios ingredientes, como lo son sus valores y principios para no defraudar a sus fieles (y no  acabar por devaluar su imagen), además de los costes de producción, siempre difíciles para cualquier compañía.

Esto da lugar al ingrediente empresarial que en mi opinión, se propone como el eje de construcción de toda buena compañía: La comunicación y el conocimiento.

A pesar de estar inmersos en la era de la comunicación, existen enormes carencias en casi todas las compañías y en parte, causadas por las nuevas tecnologías.

Aunque han servido para solucionar muchísimas carencias que teníamos hace solo unos pocos años, se están convirtiendo en un arma de doble filo para todo este embrollo empresarial. Antes (mucho antes) te levantabas de tu mesa para ir a ver a un colega de otro departamento, luego pasaste a llamarle, y ahora ya ni eso, directamente le envías un mail o un mensaje instantáneo…

Creo que esto me va a dar para varios capítulos, o tal vez un libro?

David.