lunes, 26 de diciembre de 2011

Hazlo tu mismo.

Llevo días desconectado por varias razones pero ya estoy aquí.

En los próximos días pretendo subir varias entradas en las que explicaré como se pueden hacer determinadas operaciones de mantenimiento y/o reparación de un coche, un electrodoméstico, o algún otro trasto que se me ocurra, pero antes de esto voy a dar mi opinión sobre el tema en cuestión:
Hazlo tu mismo.

Supongo que hay gente que ha nacido con la capacidad de desmontar, reparar, restaurar o llevar a cabo cualquier tipo de intervención sobre todo lo susceptible de ser arreglado/restaurado en casa, y hay otras personas que no poseen dicha característica, o bien no disponen de tiempo o ganas para dedicarse a ello.
De todas formas, hay determinados trabajos que cualquiera con un poco de paciencia, capacidad de aprendizaje e interés podría realizar, donde además de pasarlo bien, se puede ahorrar mucho, muchísimo dinero.

Pongamos un ejemplo: Cambiar la goma de la puerta de una nevera o una lavadora. Cuánto cuesta el material, tal vez 40 EUR por poner una cifra (aunque en algunos casos seguramente será menos).
En este caso, se trataría de un trabajo en el que probablemente no serán necesarias mas de 2 horas, ni ningún conocimiento o herramientas especiales.

Ahora bien, debemos ser conscientes de que si llamamos al servicio oficial, estamos hablando de desplazamiento + 2 horas de trabajo + la pieza, como poco creo que nos costaría 200 EUR o más.
Esto no quiere decir que nos liemos la manta a la cabeza e intentemos reparar cualquier cosa ya que dependiendo de lo complicada que sea la intervención y/o lo que nos cueste el material, habría que valorar si vale la pena hacerlo nosotros o llamar finalmente al técnico para que venga y lo haga.

No solo hay que tener en cuenta los materiales y conocimientos o posibilidades, otro componente a valorar es la disponibilidad de tiempo, espacio, y sobre todo, las herramientas necesarias para llevar a cabo el trabajo. Hay muchísimas herramientas que no se encuentran habitualmente en nuestros hogares y que tienen precios elevados, que los profesionales adquieren debido a que de ellas obtendrán un rendimiento/beneficio, pero en un hogar no tienen ningún sentido dado que solo se utilizarán una o dos veces (esto ya debe valorarlo cada uno).

Lo que si es cierto es que a quien disponga de tiempo y tenga los componentes que he nombrado sobre estas líneas, le animo a que lo haga sin miedo ya que probablemente, se sorprenderá con los resultados y con lo gratificante que resulta reparar o restaurar algo que había sufrido una avería o estaba en mal estado debido al desgaste normal de su utilización.

Feliz Navidad!!
David.