martes, 27 de septiembre de 2011

El trabajo bien hecho: Fantasía o realidad.

Normalmente cuando acudes a alguien, ya sea un medico, un mecánico, un lampista, un pintor, cualquier profesional de cualquier sector, lo haces para que el trabajo a realizar lo lleve a cabo alguien cualificado y con ello, esperas un buen resultado y unas garantías.
Este sistema parece ideal pero rápidamente aparece alguna distorsión.
Para que voy a hacer el trabajo bien hecho, si puedo facturar hoy una hora de trabajo y pasado mañana otras dos, para rehacer lo que hice mal el primer día?
Primera distorsión: El dinero.
Para que voy a tapar todo cuidadosamente para pintar, si tardaré mas haciendo eso que durante el trabajo de pintado en sí mismo?
Segunda: El tiempo.
Te acercas al taller mecánico y le cuentas una avería al recepcionista. Este a su vez se la cuenta al Jefe de Taller, que a su vez se la transmite al operario que va a realizar el trabajo. Ya nos podemos imaginar con la calidad que llegará el mensaje .
Tercera: La comunicación.
Seguro que podríamos seguir, pero con esas tres hay más que suficiente.
Se han dado casos de negligencias relacionadas con estos tres factores incluso en medicina!!
Lo cierto es que es lamentable ver como se degrada la calidad de servicio en la mayoría de los sectores profesionales, como se hacen las cosas sin ganas, a medias, o simplemente; como los consumidores acabamos por conformarnos con esos trabajos mediocres que normalmente y para más inri, están cobrados a precio de oro.
Lo cierto es que solo hay 2 formas de hacer las cosas; bien o mal, y lamentablemente, ya no sé si creer que en algún lugar, aún hay alguien que lo hace realmente bien…
Esto es solo una reflexión, pero probablemente este tema daría para varios capítulos.
David.

martes, 20 de septiembre de 2011

Somos de izquierdas!

Aunque lo pueda parecer, no voy a hablar de política (al menos hoy no).

Estoy hablando de la carretera, concretamente, de la autopista. Tengo la suerte o la desgracia de vivir a 40km de una ciudad como Barcelona, donde como en cualquier gran ciudad, hay mayor volumen de trabajo que en la periferia.

A quienes nos gusta conducir no debería suponernos un problema, y más aún teniendo en cuenta que las carreteras, autopistas y autovías de la periferia de una gran ciudad empiezan a estar en un estado aceptable.
Pero la carretera es de todos y aquí empiezan los problemas: Te levantas a las X de la mañana, desayunas, te duchas, te vistes, bajas al parking y te montas en el coche pensando; hoy voy a disfrutar del trayecto hasta la oficina.

No es así, ni lo sueñes. A la que entras en la autopista hay tráfico, es normal, si no es hora punta falta poco y la gente se mueve para ir a sus trabajos, llevar los niños al colegio, transportistas, servicios públicos…

Yo recuerdo cuando me saqué el carnet, la explicación estaba clara. Hay que circular por el carril derecho siempre que esté libre, el central y sucesivos para adelantar o para vehículos que circulan a mayor velocidad, pero a ser posible no se debe permanecer en ellos (sobre todo en el izquierdo, y más aún si se circula a una velocidad sensiblemente inferior a la que circulan el resto de vehículos de la vía).

Pues bien, aquí somos tan chulos que circulamos al revés. Llevo años pensándolo pero la situación se debe haber agravado mucho, muchísimo, para que los pensadores de la DGT emitan anuncios de radio y avisos en los paneles luminosos…: Circule por la derecha!

El carril izquierdo acaba en la mayoría de los casos, siendo el más lento y mas congestionado de la vía; circulan por el todo tipo de conductores con vehículos de lo más variopinto.

El de la furgoneta, “va de rally”, tiene una prisa que como el que lleva delante no se aparte le va a pasar por encima! El problema es que delante lleva al camión de las canteras o el autocar de turno; reina la ley del más fuerte o mejor aún, la del mas grande. Entonces aparece el listo de la clase que se cansa de esperar las batallitas entre el camión y la furgoneta y se los cepilla a todos por la derecha (a ti incluido). A todo esto, tú que ibas detrás de ambos con intención de adelantarlos, con tu coche apestando al hollín del gasoil sin FAP de los otros dos, te empiezas a crispar porque eres el único borrego que aún cree que el camión y la furgoneta se van a apartar en algún momento pero no es así, no lo harán.

La cosa va a peor, detrás de ti tienes al amo de la carretera, lleva un VW Passat, además cuando te das cuenta ves que es rematriculado, debe tener 14 años y lleva tapa cubos y elevalunas de manivela pero es un Passat!!! Ahora sí que estas jodido, en el carril derecho hay un furgón blindado, en el central una señora con un Range Rover Sports Supercharged a 90 por hora y en la izquierda siguen a lo suyo la furgoneta, el autocar, el del Passat haciendo luces y tú en medio del jardín….

Acabas por desesperarte. Creo que todos deberíamos reflexionar un poco sobre esos momentos de instinto puro, agresividad, mala intención…
Con la experiencia de cientos de miles de kilómetros a las espaldas, se adquiere una frialdad y un temple que con el tiempo, estoy convencido de que acabará por suavizar (aún más) los efectos de esas situaciones, o bien, habrá llegado el momento de comprar un Hummer H2 y ponerse serio!!!

En fin, te gusta conducir?

David.

jueves, 15 de septiembre de 2011

He descubierto mi aliado; el cambio automático!!

Eres de esos a los que les gusta conducir, cambio manual hasta la muerte, más deportivo, etc etc… Yo lo era; alquila un coche con cambio automático y luego hablamos!

Mi primera vez que yo recuerde, fue un paseo con un Peugeot 407 Coupe 2.7 V6 Diesel Biturbo (si tuvieran que escribirle todo esto en la trasera, junto al modelo, lo hubieran tenido que hacer más ancho…).
Me lo dejó un amigo en una urbanización de un pueblo a las afueras de Barcelona, lo cierto es que el bicho iba muy bien, pero tampoco tuve tiempo para probarlo a gusto.

La segunda pude probar uno con mucho más detalle, en todas las circunstancias habituales de conducción: ciudad, carretera abierta y autopista!
Esta vez era un Volvo S60, 2.0d con 163cv y un cambio automático de convertidor de par de 6v que le venía al pelo!

Me lo dieron de alquiler en el Aeropuerto de Bilbao, para una jornada de trabajo por la zona. Tenía que ir hasta Vitoria y volver así que una vez a los mandos del artefacto me dispuse a probarlo como es debido.
En general tiene pinta de coche bueno. El interior está cubierto de plásticos de calidad normal tirando a buena (más bien blandos), hay aluminio, y esta unidad va tapizada en color beige de tela, y un tejido símil piel en los bordes de asientos, puertas, etc.

Tiene algunos extras muy cómodos,  como pueden ser avisador de ángulo muerto para los retrovisores, radar de proximidad para el control de crucero y probablemente alguno más que se me olvida…, además de los que ya empiezan a ser habituales en coches de cierto nivel (luces y limpias auto, retrovisor anti deslumbramiento, sensores de aparcamiento).
Callejeando en Bilbao es una maravilla; responde con mucha agilidad, a pesar de tener un tamaño considerable es fácil de conducir y maniobrar, y sobre todo, transmite una sensación de suavidad producida por el convertidor de par que enamora.

La gente me observa constantemente; tiene una combinación de colores muy llamativa (azul metalizado oscuro con el interior beige), además de que esta poco visto y como nuevo.

Llega el momento de salir de allí hacia mi próximo destino: Vitoria.
En la incorporación a la autopista abro  gas a fondo y ahí se notan los CV, corre bastante bien y está muy bien insonorizado (tengo experiencia con otro coche con la misma motorización y menos CV con cambio manual que suena mucho mas).

Por la autopista va bastante bien, es una berlina y ofrece un aplomo difícil de igualar por un coche compacto. Obedece al gas con rapidez, y si es necesario la caja de cambios reduce una o dos marchas para darte el par necesario en cada momento, aunque el consumo instantáneo te recuerda que también hay que darle de comer (8L / 100 fácil)…

En plena bajada noto algo diferente, le falta retención! No es como un manual, que al levantar el pie hay una clara deceleración, en este caso las revoluciones bajan pero el coche sigue su ritmo! Esto tiene solución, basta con poner la palanca en posición sport (no recuerdo si este la llevaba) o en modo secuencial, que por cierto va muy bien.

En carretera, la utilización de ese modo es prácticamente obligada; si pretendes llevar a cabo una conducción deportiva no te gustará entrar en una curva y que a la caja se le ocurra cambiar de marcha en pleno apoyo.
Es una gozada reducir a golpe de palanca, sin pensar en el embrague y sin tener en cuenta el régimen ya que el cambio solo engranará la marcha en caso de que el motor no corra peligro de sobre régimen! En unos Km lo tienes por la mano y se te hace el trayecto corto…!
Resumiendo los pros y contras del binomio que forman este 4L turbo diesel y la caja de convertidor de par:
 
Pros:
  • Suavidad pura, olvídate de las vibraciones que transmiten los diesel, sobre todo a nivel de tracción, cambio, retención exagerada en reducidas...
  • Comodidad suprema para callejear
Contras:
  • Consumo; el convertidor de par tiene un funcionamiento que favorece a los motores de altas revoluciones (todo lo contrario a los diesel), con lo que penalizará mas que si se tratara de un motor de gasolina.
  • Estas obligado a utilizar el modo sport o secuencial si no quieres que las pastillas de freno te duren 20.000 km o menos, ya que de otro modo no retiene nada.

Unas fotos para más detalle:




 
Mi opinión personal: Póngame uno de esos oiga!
 
David.

martes, 13 de septiembre de 2011

A bordo de un avión.

No entiendo como hay gente a la que no le gusta volar.

Es una sensación especial. Te gusta pero te intimida, no tienes miedo pero eres consciente del peligro...
Hoy es un A320 rumbo a Londres, no es mi preferido pero tenemos la meteorología a nuestro favor y parece que no hay mucho movimiento.

Soy un aficionado y me gusta fijarme en los detalles, ruidos, modelo, que hace en que momento y por que...
En el aeropuerto del Prat nos hemos cruzado a dos de los míos; MD 82 de los pocos que le quedan a Spanair. El Sunburst, con su librea original, despegaba antes que nosotros con un ruido atronador....

La diferencia con uno de estos es palpable, es una maquina atemporal, los mas jóvenes tienen 15 años más o menos, pero siguen subiendo y volando con una suavidad difícil de igualar por un avión moderno (sobre todo si vas sentado de la fila 15 hacia delante), si no la diferencia no es tanta; los JT8d hacen un ruido que resucita a los muertos!!

Cuando vas a despegar, la carrera es impresionante, es preferible que paren en la pista para salir de parado y no que aceleren desde la curva de entrada. Es la potencia pura; 60 tn o mas lanzadas por dos turborreactores hasta los 300km/h. Aun recuerdo las palabras escritas por un piloto en un foro de aficionados; en la pista a medida que aceleras se vuelve inestable, quiere volar!

Cuando te das cuenta estas en el cielo, ya solo se oye el aire. De día, siempre brilla el sol unido a un cielo azul espectacular. De noche, te cubre un manto de estrellas y es fácil ver entre ellas una fugaz...

Es un sitio para la paz, escuchar música tranquila o solo el susurro del viento, dormir, o escribir una entrada para tu blog desde tu smartphone... ;)

David.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Qué es un Ferrari?

Te has subido alguna vez en un Ferrari? Has soñado con hacerlo? Lo has hecho y te ha parecido una maravilla o ha sido una desilusión?

Yo he tenido la suerte de subirme en dos de ellos, y son una mezcla de todo lo anterior.

Si te gustan los coches sueñas con ese momento, con ver el “Cavallino” ante ti, en el centro del volante, con las levas de magnesio del cambio F1 asomando por detrás con los signos “+” y “-“.
En mi caso, no ha sido exactamente como esperaba. Ni mejor ni peor; diferente.

Hoy me centraré en el primero de los bichos que además, ha sido el que más me ha gustado;  un 360 Modena F1 V8 con 440cv.
Me gusto, me enamoré, los primeros 15 segundos pierdes el sentido del oído, solo miras a tu alrededor mientras el instructor te cuenta su vida pero no te has enterado ni de su nombre…
Luego te ordena pisar el freno, gira la llave y vuelves en sí. Acabas de oír el precioso ruido de un motor de arranque despertando el V8 que llevas sentado en las plazas traseras; es escalofriante. Ahora ya lo ves mas claro y estas con los 5 sentidos alerta, a bordo de un Ferrari.

Hay mucha piel, aluminio y… Plástico! Si, hay plástico feo en sus aireadores y en varios detalles más! Pero vuelves a mirar delante de ti y está el cuenta vueltas, llega a 10.000, ahora ya no ves nada más que ese cuadro analógico y la pantallita digital que te ofrece la posición del cambio: N.

Oyes a tu derecha; Pisa el freno y tira hacia ti de la leva de la derecha. No se oye nada. No se siente casi nada, al soltar el freno no anda. Hay un embrague robotizado esperando la indicación de que rozas el gas para empezar a andar. El arrancar es suave pero no es cómodo, no lo controlas porque es la primera vez que arrimas el pie derecho a semejante bestia (en mi caso).

Probamos varias cosas mientras circulamos por la ciudad y salimos hacia la carretera. Primera rotonda, las reducidas son raras cuando las ordenas tú y vas a bajo régimen, parecen lentas... El coche también reduce solo al acercarte a una rotonda o un cruce, pone la marcha adecuada por si tú te has despistado pensando en otra cosa.

Vuelve la voz del instructor; Cuando yo te diga písale a fondo, no tengas miedo, y no subas marcha hasta que yo te lo diga… Ni se llega a imaginar cuánto me gusta la idea!!

Estamos saliendo de otra rotonda y ya está, ahora! Clavo el pie en la tabla sin piedad, estamos en segunda bajos de vueltas y con configuración sport!!
Salimos como un proyectil. La sinfonía que empieza a crecer por detrás nuestro no se puede explicar con palabras y ante mí, un velocímetro y un cuenta vueltas que van a la par!!
Vamos con las ventanillas bajadas pero puedo oír la voz del instructor: Ahora! Tiro de la leva derecha y se detiene el mundo en milisegundos… El solo corta gas y la caja de cambios emite un sonido entre neumático/hidráulico que es aún más difícil de explicar que el rugido del propio V8, esto es una salvajada! Y otra más… Ya esta, hay que levantar el pie, vamos a 240kmh!!!

Esto es un Ferrari; difícil de explicar, un coche deportivo puro y sin concesiones, es irracional, todo emoción, no tiene sentido pero debe existir. Si te gustan los coches no esperes más;  busca el lugar y date el capricho.

David.