Estaba ahí, en algún lugar de mi memoria esperando ser rescatado. Lo tenía todo: un motor increíble producto de la mejor ingeniería alemana, potente, fiable, ruidoso y de corte muy deportivo. Una carrocería de tamaño medio, un chasis noble y eficaz como pocos, un aspecto imponente y sobre todo, linaje de pura raza.
Estoy hablando de un BMW y además en este caso, de uno de los mejores coches que ha salido de los talleres de la división Motorsport, todo un M3 e46, y ya que su papel para esta ocasión sería vestirse de coche de disfrute puro, me decantaría por su espectacular versión Cabrio.
Se que muchos "puristas" lo ven casi como un sacrilegio, pero las décimas de segundo que sobre el papel mejora los registros el Coupe frente al Cabrio no me aportan nada.
Me gusta correr y conducir, pero no creo que me aventure a correr en circuito con el, y si lo hago, tampoco me jugare los papeles a una vuelta cronometrada con lo cual: sin problema.
Ahora venia lo difícil, había que encontrar una unidad adecuada.
El M3 e46 sin ser un coche muy exclusivo, tampoco es tan común como muchos otros, y si además nos vamos al Cabrio la cosa empeora aún más. Se fabricaron un total de 29.633 M3 e46 Cabrio, incluidos los que llevan el volante a la derecha, sean manuales o automáticos.
Tenía una serie de requisitos que sin ser imprescindibles, iban a condicionar la decisión de compra en mayor o menor medida.
Al empezar a buscar me di cuenta que andaba perdido de verdad: si no ampliaba el criterio me quedaría sin coche, así que tuve que abrir la horquilla a todo lo que me ofrecía el mercado nacional para luego ir filtrando coche por coche dado que no serían muchos. Vaya, sorpresa, serían más bien pocos.
Cuando empecé me encontré 27 coches en venta en España, que realmente eran 25 porque había 2 anuncios duplicados con el mismo coche. Llamadas, visitas.... Madre mía, menudo berenjenal. El mercado de ocasión es una autentica jungla!
Mentiras, triquiñuelas, evasivas, excusas, precios de risa, otros de broma....
3 finalistas conformaron la primera criba, y se fueron cayendo por su propio peso uno a uno tras visitas o llamadas para mi desesperación.
Empezaba a mirar el mercado internacional. Alemania, Francia e Italia podían ser países interesantes por proximidad o amistades, pero se me había pasado una unidad por alto. No tenía buena pinta, fotos mediocres y anuncio poco descriptivo, pero si lo que decía era cierto podía estar ante el coche. Llame y otro palo. Era viernes. Me atendió alguien que, con voz tranquila, me explico que el coche estaba prácticamente vendido, aún no habían firmado y el interesado estaba en conversación con el banco, etc; Todo apuntaba a que se cerraría la operación en unos días.
Quedamos en volver a hablar el lunes para confirmar que efectivamente se había vendido y voila, el banco no aprobó la operación. El coche estaba disponible y al fin y al cabo, no todo el mundo se defiende bien con las nuevas tecnologías así que estaba claro; tenia que probar suerte e ir a verlo.
Quedamos en vernos en unos días y así fue. El coche era precioso pero tenía un aspecto descuidado, más tarde me daría cuenta que lo que para mi es muy sucio o mal cuidado para la mayoría era “buen estado”, pero claro, hay que tener en cuenta que vengo de un 330xd que estaba realmente de museo.
Lo probé, no mucho rato, ambos teníamos prisa y todo fue bien pero demasiado corto como para plantearme tomar una decisión.
Se me quedaron muchos detalles en el tintero pero parecía que la base era buena así que había que profundizar.
Para poder avanzar sobre seguro empecé por los imprescindibles: comprobar historial, propietarios, mantenimiento, siniestros, posibles incongruencias en los datos de historial y kilometraje...
Todo encajaba: mantenimiento, campañas pasadas, BMW Ok, concesión habitual OK, tráfico OK... No podía ser cierto!!!
Era el momento de volver a verlo, profundizar aun mas en su estado (mecánico, subir a elevador para fugas, fisuras, óxidos, probarlo mas y mejor...), mas de lo mismo, todo encajaba, tal y como sospeché al repasar los anuncios, estaba ante EL COCHE.
Nos volvimos a ver 2 veces, probamos, lo subimos a elevador, miré y remiré a mi antojo y finalmente, después de meditarlo profundamente le hice una oferta a su propietario que aceptó a regañadientes; me llevaba mi M3 e46 Cabrio al garaje!!
Estaba inmerso en una mezcla de satisfacción y desesperación por empezar a hacerle todo lo que tenía planeado...
Indescriptible sensación, que continuaré contando en otra entrada.
Salu2!
David.
