martes, 27 de septiembre de 2011

El trabajo bien hecho: Fantasía o realidad.

Normalmente cuando acudes a alguien, ya sea un medico, un mecánico, un lampista, un pintor, cualquier profesional de cualquier sector, lo haces para que el trabajo a realizar lo lleve a cabo alguien cualificado y con ello, esperas un buen resultado y unas garantías.
Este sistema parece ideal pero rápidamente aparece alguna distorsión.
Para que voy a hacer el trabajo bien hecho, si puedo facturar hoy una hora de trabajo y pasado mañana otras dos, para rehacer lo que hice mal el primer día?
Primera distorsión: El dinero.
Para que voy a tapar todo cuidadosamente para pintar, si tardaré mas haciendo eso que durante el trabajo de pintado en sí mismo?
Segunda: El tiempo.
Te acercas al taller mecánico y le cuentas una avería al recepcionista. Este a su vez se la cuenta al Jefe de Taller, que a su vez se la transmite al operario que va a realizar el trabajo. Ya nos podemos imaginar con la calidad que llegará el mensaje .
Tercera: La comunicación.
Seguro que podríamos seguir, pero con esas tres hay más que suficiente.
Se han dado casos de negligencias relacionadas con estos tres factores incluso en medicina!!
Lo cierto es que es lamentable ver como se degrada la calidad de servicio en la mayoría de los sectores profesionales, como se hacen las cosas sin ganas, a medias, o simplemente; como los consumidores acabamos por conformarnos con esos trabajos mediocres que normalmente y para más inri, están cobrados a precio de oro.
Lo cierto es que solo hay 2 formas de hacer las cosas; bien o mal, y lamentablemente, ya no sé si creer que en algún lugar, aún hay alguien que lo hace realmente bien…
Esto es solo una reflexión, pero probablemente este tema daría para varios capítulos.
David.

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