martes, 20 de septiembre de 2011

Somos de izquierdas!

Aunque lo pueda parecer, no voy a hablar de política (al menos hoy no).

Estoy hablando de la carretera, concretamente, de la autopista. Tengo la suerte o la desgracia de vivir a 40km de una ciudad como Barcelona, donde como en cualquier gran ciudad, hay mayor volumen de trabajo que en la periferia.

A quienes nos gusta conducir no debería suponernos un problema, y más aún teniendo en cuenta que las carreteras, autopistas y autovías de la periferia de una gran ciudad empiezan a estar en un estado aceptable.
Pero la carretera es de todos y aquí empiezan los problemas: Te levantas a las X de la mañana, desayunas, te duchas, te vistes, bajas al parking y te montas en el coche pensando; hoy voy a disfrutar del trayecto hasta la oficina.

No es así, ni lo sueñes. A la que entras en la autopista hay tráfico, es normal, si no es hora punta falta poco y la gente se mueve para ir a sus trabajos, llevar los niños al colegio, transportistas, servicios públicos…

Yo recuerdo cuando me saqué el carnet, la explicación estaba clara. Hay que circular por el carril derecho siempre que esté libre, el central y sucesivos para adelantar o para vehículos que circulan a mayor velocidad, pero a ser posible no se debe permanecer en ellos (sobre todo en el izquierdo, y más aún si se circula a una velocidad sensiblemente inferior a la que circulan el resto de vehículos de la vía).

Pues bien, aquí somos tan chulos que circulamos al revés. Llevo años pensándolo pero la situación se debe haber agravado mucho, muchísimo, para que los pensadores de la DGT emitan anuncios de radio y avisos en los paneles luminosos…: Circule por la derecha!

El carril izquierdo acaba en la mayoría de los casos, siendo el más lento y mas congestionado de la vía; circulan por el todo tipo de conductores con vehículos de lo más variopinto.

El de la furgoneta, “va de rally”, tiene una prisa que como el que lleva delante no se aparte le va a pasar por encima! El problema es que delante lleva al camión de las canteras o el autocar de turno; reina la ley del más fuerte o mejor aún, la del mas grande. Entonces aparece el listo de la clase que se cansa de esperar las batallitas entre el camión y la furgoneta y se los cepilla a todos por la derecha (a ti incluido). A todo esto, tú que ibas detrás de ambos con intención de adelantarlos, con tu coche apestando al hollín del gasoil sin FAP de los otros dos, te empiezas a crispar porque eres el único borrego que aún cree que el camión y la furgoneta se van a apartar en algún momento pero no es así, no lo harán.

La cosa va a peor, detrás de ti tienes al amo de la carretera, lleva un VW Passat, además cuando te das cuenta ves que es rematriculado, debe tener 14 años y lleva tapa cubos y elevalunas de manivela pero es un Passat!!! Ahora sí que estas jodido, en el carril derecho hay un furgón blindado, en el central una señora con un Range Rover Sports Supercharged a 90 por hora y en la izquierda siguen a lo suyo la furgoneta, el autocar, el del Passat haciendo luces y tú en medio del jardín….

Acabas por desesperarte. Creo que todos deberíamos reflexionar un poco sobre esos momentos de instinto puro, agresividad, mala intención…
Con la experiencia de cientos de miles de kilómetros a las espaldas, se adquiere una frialdad y un temple que con el tiempo, estoy convencido de que acabará por suavizar (aún más) los efectos de esas situaciones, o bien, habrá llegado el momento de comprar un Hummer H2 y ponerse serio!!!

En fin, te gusta conducir?

David.

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